¿Compraste un nuevo electrodoméstico para casa y en seguida se estropeó por la acumulación de cal? El agua dura es un problema que afecta a muchos lugares de la geografía española, y es que este tipo de agua tiene una alta concentración de minerales y otros residuos sólidos.
¿Cuál es el impacto de la dureza del agua en el funcionamiento de los electrodomésticos? Lo que ocurre es que sus residuos se van acumulando en los grifos o las tuberías, pudiendo provocar el bloqueo de diferentes electrodomésticos, como la lavadora, un termo o el lavaplatos. Si quieres saber cómo evitarlo, no te vayas y sigue leyendo este contenido.
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¿Por qué no usar agua dura en el lavavajillas?
El grado de dureza del agua afecta seriamente en el lavado del menaje del hogar, y es que está demostrado que este tipo de agua no limpia de la misma forma que el agua blanda. Si hablamos del lavavajillas, esta afecta en mayor medida.
¿Por qué? La principal razón es que un agua con una alta presencia de residuos sólidos y minerales puede dañar, con el tiempo, las tuberías de este electrodoméstico. Sobre todo, cuando se trata de agua caliente, tal y como ocurre con este tipo de aparato presente en muchos hogares españoles.
La acumulación de cal no sólo acaba dañando las tuberías con el tiempo. Mientras el aparato no se rompe de forma definitiva, va estrechando las tuberías, haciendo más complicado que el agua pase de forma fluida. También verás cómo se deposita en los platos, vasos y en los cubiertos, formando una capa blanquecina en su superficie.
Esto se traduce, además, en la pérdida de eficiencia del lavavajillas que, o bien no lavará los utensilios de cocina de la forma correcta o lo hará con mucha más dificultad. Un truco para que esto no suceda es usar sal especial para el lavavajillas, ya que consigue ablandar el agua de una forma muy sencilla.
¿Cómo afecta el agua dura a la lavadora?
Uno de los principales problemas que ocasiona la presencia de cal en las lavadoras es que hace necesaria una mayor cantidad de detergente para hacer su trabajo, tal como indican las instrucciones de lavado de cada una de las marcas existentes. El motivo es que el agua dura hace que las micelas del jabón se rompan, haciendo que los detergentes generen menos espuma.
El hecho de que la cal se acumule y esté presente en el agua que se utiliza para lavar, también influye en la propia ropa. Por un lado, puede acabar manchada, desgastada e incluso con un tacto áspero. El agua que se emplea para lavar las prendas influye también en el secado, y es que el agua dura puede hacer que la ropa quede rígida y acartonada.
Al igual que ocurre con el lavavajillas, el agua dura y su incapacidad de lavar igual que el agua blanda provoca un mayor gasto de energía. ¿Lo mejor en estos casos? Conseguir un descalcificador para ahorrar en energía, en productos de limpieza y para alargar la vida útil de la lavadora.
¿Cómo evitar que la cal afecte a termos y calderas?
Los aspectos negativos de la dureza del agua de algunas regiones de España se ponen también de manifiesto en calderas o termos. Para evitar que este tipo de aparatos se dañen al poco tiempo de instalarlos o reduzcan su eficiencia energética, se recomienda instalar siempre un filtro que ablande el agua.
De esta forma, se conseguirán evitar acumulaciones de cal y obstrucciones, además de lograr que la cal acabe manchando la ducha o la mampara. En los termos, de hecho, los depósitos de cal pueden hacer que el calor no se transmita correctamente o que se oxiden sus partes metálicas.
Con el objetivo de evitar este problema, cuentan con el ánodo de magnesio, una pieza expresamente creada con esta función, la de atraer la cal para evitar que el depósito de agua se corroa. Lo más recomendable es, en todos los casos, realizar una revisión periódica del termo y sustituir esta pieza siempre que sea necesario.
¿Afecta el agua dura al sabor del café?
Si has bebido café en diferentes lugares, incluso el mismo tipo de café y marca, no es nada raro si su sabor te ha resultado diferente. Uno de los motivos puede ser que el agua de ese lugar sea dura o blanda, lo que modifica notoriamente el sabor del café.
En este caso, el agua dura puede intensificar el sabor del café, mientras que las blandas le dan un sabor mucho más suave. Sin embargo, lo que supone una ventaja para quien degusta esta bebida, no lo es para la cafetera.
Dada la presencia de minerales y residuos sólidos, el agua dura puede suponer un riesgo para el funcionamiento de la cafetera. Para evitar este problema si vives en una zona donde la dureza del agua es alta, se recomienda descalcificar la cafetera siempre que sea posible, de modo que se eliminen todos los restos de cal que contiene y puedas disfrutar de un café con el mejor sabor. También puedes instalar un filtro para grifo, de modo que ablande el agua y la deje libre de minerales y contaminantes.
Ahora que ya sabes cuál es el impacto de la dureza del agua en el funcionamiento de los electrodomésticos, ¿qué acciones has pensado en llevar a cabo para que el agua dura no sea un problema que afecte a la vida diaria en tu hogar?
