Muchas personas no saben lo que son el clorito de sodio y el dióxido de cloro y esto se debe a la falta de información y confusión que hay sobre el tema. Precisamente por eso hemos creado este artículo, para poner fin a las dudas que hay sobre estos dos compuestos químicos.
A continuación te explicaremos de forma sencilla las similitudes y diferencias entre ambos.
Índice de contenidos
¿Qué es el Dióxido de cloro?
Lo primero que hay que saber es que el dióxido de cloro está compuesto por una molécula de cloro y dos de oxígeno (ClO2), teniendo en cuenta que el oxígeno tiene una gran electronegatividad, lo que hace que “jale” los electrones del cloro. Debido a esto, el cloro tiene que “recuperar” los electrones que el oxígeno le robó y es por ello que atrae los electrones de otras sustancias.
Con esto podemos entender sus propiedades químicas y los usos que se le dan. Recuerda que el dióxido de cloro se trata de un gas soluble en agua, que molecularmente se separa al entrar en contacto con este líquido, dejando al oxígeno por un lado y al cloro por otro. Cuando el cloro se queda “solo”, le siguen faltando electrones y por eso se convierte en un potente microbicida, ya que va robando electrones a las bacterias, virus y demás microorganismos que se encuentren a su paso.
¿Que es el clorito de sodio?
También conocido como ácido cloroso o sal de sodio textona Es un compuesto químico formado por sodio, cloro y oxígeno (NaClO2), derivado del clorado de sodio y precursor del dióxido de cloro, un potente biocida. Este compuesto es utilizado de manera industrial para blanquear y potabilizar y NO debe ser confundido con el cloruro de sodio. Se comercializa en pequeñas botellas (como líquido) y en frascos (como polvo) y normalmente se usa en el tratamiento y purificación de agua, geles, aerosoles para la boca, pastas dentales, etc.
¿Son lo mismo?
No lo son, aunque tanto el dióxido de cloro como el clorito de sodio son utilizados de manera industrial debido a sus propiedades desinfectantes y blanqueadoras. Un compuesto es derivado del otro y viceversa, haciendo que se encuentren íntimamente relacionados en su estructura y usos.
Lo cierto es que ambos compuestos han ayudado a mejorar la calidad de vida de las personas y están más presentes en nuestro día a día de lo que pensamos, pues los encontramos en productos de higiene y limpieza, en los procesos de desinfección del agua y de nuestros alimentos, y en la industria textil y fabricación de papel, donde funcionan como blanqueadores.
