La menopausia es una época con muchos cambios para la mujer a nivel hormonal y que puede afectar a su bienestar. Durante este periodo, de hecho, se experimentan síntomas que van desde los sofocos hasta la sequedad en la piel.
Son frecuentes también la retención de líquidos o los cambios en el metabolismo, lo que exige un cambio de hábitos. Aunque existen muchas formas de aliviar estos problemas, muchas veces se deja de lado el enorme poder que tiene el agua y una correcta hidratación.
A lo largo de este artículo te contaremos como el agua te ayudará a sentirte mejor durante esta etapa de tu vida. ¡Vamos allá!
Índice de contenidos
1. Alivia los sofocos y reduce la sudoración
Uno de los síntomas más comunes asociados a la menopausia son los sofocos y la sudoración nocturna. Esto puede hacer que el organismo pierda una cantidad significativa de agua, a lo que hay que poner solución.
La razón principal es que la deshidratación puede agravar estos síntomas, intensificando la sensación de calor y aumentando la fatiga. Para proporcionar algo de alivio a este problema, se puede beber agua fría, ya que puede ayudar a regular la temperatura corporal.
En cualquier caso, una correcta hidratación evitará que el exceso de sudoración provoque una importante pérdida de electrólitos, lo cual puede causar debilidad y mareos.
2. Combate la sequedad en la piel y en las mucosas
Durante la menopausia, los niveles de estrógenos disminuyen de forma considerable, lo que puede provocar sequedad en la piel, en el cabello y en las mucosas.
Beber la cantidad de agua recomendada hará que tu piel se mantenga hidratada y elástica, a prevenir la sequedad ocular y la irritación en los ojos y a mejorar la hidratación de la mucosa vaginal, reduciendo la irritación o escozor de la zona.
Además de hidratarse durante todo el día, también hay que prestar atención a la dieta, con la ingesta de alimentos ricos en grasas saludables y en antioxidantes.
3. Mejora la digestión y previene el estreñimiento
La menopausia puede traer consigo cambios en el tránsito intestinal, provocando estreñimiento u otras molestias digestivas. Con un gesto tan simple como el de beber agua se puede contribuir a facilitar el movimiento de los alimentos en el sistema digestivo.
Así, se consigue suavizar las heces, mejorar la absorción de nutrientes o evitar la hinchazón abdominal y los gases. Para lograr efectos más positivos sobre el organismo, se recomienda también tener una dieta rica en fibra y practicar ejercicio regular para mejorar el proceso digestivo.
4. Ayuda a controlar el peso y el metabolismo
Los cambios hormonales asociados a la menopausia pueden ralentizar el metabolismo, lo que puede derivar en un aumento de peso. Hidratarse de forma adecuada puede ayudar favoreciendo la eliminación de toxinas, pero también optimizando la quema de calorías.
Lleva siempre contigo agua, con envases reutilizables como nuestra botella con filtro de carbón, perfecta para filtrar este líquido allá donde estés.
5. Reduce la retención de líquidos
Muchas mujeres experimentan retención de líquidos en la menopausia, lo que acaba provocando hinchazón en piernas, manos y abdomen. Sin embargo, y al contrario de lo que se pueda pensar, beber agua ayuda a eliminar el exceso de líquidos, ya que estimula la función renal y evita la acumulación de toxinas en el cuerpo.
También se puede potenciar este efecto consumiendo alimentos ricos en potasio, como son el plátano o el aguacate, y reduciendo la ingesta de sodio.
6. Mejora la salud ósea y muscular
Con la menopausia, el riesgo de sufrir problemas como la osteoporosis o pérdida de masa muscular aumenta. Aunque el calcio y la vitamina D son esenciales para fortalecer los huesos, el agua también desempeña un papel clave.
Hidratarse con la cantidad de agua recomendada favorece la lubricación de las articulaciones, ayuda a transportar los minerales esenciales a los huesos y músculos y previene los calambres y la fatiga muscular.
Todo esto favorece el rendimiento físico, reduce la rigidez y el dolor y contribuye a la mejora de la salud en términos generales.
7. Contribuye al bienestar emocional y mental
Los cambios hormonales propios de la menopausia no sólo afectan a nivel físico, sino que también tiene una gran influencia en el estado de ánimo, en la memoria y en la capacidad de concentración.
La deshidratación puede agravar estos síntomas, provocando fatiga, irritabilidad y problemas de atención. Para solucionarlos y reducir otros síntomas como los dolores de cabeza o la falta de claridad mental, el agua es una gran aliada.
Beber agua durante la menopausia, al igual que en cualquier otra etapa de la vida, es fundamental para equilibrar el organismo, reducir síntomas molestos y mejorar el bienestar general.
La cantidad recomendada al día es de entre 1,5 y 2 litros de agua al día, aunque su consumo debe adaptarse en todo momento al nivel de actividad física realizada o al clima. Y aunque puedes beberla sola, también puedes hacer formar parte a este elemento de infusiones o caldos, sin olvidar los alimentos ricos en agua (sandía, naranjas…), idóneos de igual manera para sentirte bien.
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